'El cometa Halley
-decía
el viejo,
lleno
de alegría
en
su corazón-
he
visto el cometa'-
su
mujer
-también
mayor-
lo
tomaba del brazo
como
a un niño caprichoso
y
señalaba con la mano
el
sanatorio
-disculpe-
me
dijo,
como
si aquel astrónomo
me
hubiera molestado
o
injuriado
luego
supe que era
un
campesino retirado
sin
estudios
mas
en sus ojos
brillaban
las estrellas
con
más intensidad
que
en el cielo
detrás
del páramo
-sobre
las ramas podridas
por
la lluvia-
unos
niños intentaban
hacer
volar una cometa.
Un
logo amarillo
destacaba
sobre el aparato.
La
casa fabricante
habría
de tomar el nombre
de
aquel glorioso científico.
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