'Apariencia estable'- un término para designar aquella experiencia, estado de cosas o espacio en el que vivimos, que llamamos 'realidad'. 'Apariencia', porque conocemos su naturaleza perfectible, contingente, en último término indeterminada; 'estable', porque tal contingencia suya ha logrado producir sus propias leyes, sus propios hábitos e inercias; porque su propia historicidad no la priva de cierta legitimidad, de cierta consistencia. Y porque, por último, es difícil transgredir, traspasar, su carácter aparente y devolverlo a su verdadera naturaleza, la fragilidad y volatilidad del devenir. Esta presencia cuyo oxígeno respiramos y en cuyo vientre nos alimentamos, es a la vez apariencia y esencia: apariencia para nuestra conciencia filosófica, para esa certeza insobornable que sabe relativizar y colocar en su lugar a todo aquello- sistema, idea o dios- que se presenta como definitivo e inmutable; esencia, porque es capaz no obstante de tensarse sobre sí mismo, sobre sus propias contradicciones y sus propias imágenes, creando la ilusión óptica de parecer más real de lo que en realidad es. Esencia, en fin, porque aún conserva la capacidad de hechizar. Y, para los ojos hechizados, la apariencia es, en definitiva, toda esencia posible, toda esencia pensable...
domingo, 8 de noviembre de 2015
miércoles, 30 de septiembre de 2015
teoría estética (fragmento)
Escribir. La fijación de un límite. La ruptura que se constituye como brecha en el vientre de la eternidad. La brecha cuya herida, cuya falta, es esa misma pertenencia a la totalidad que ya no puede nombrar. El origen material de la escritura se inscribe ya desde el principio como conflicto- como afirmación y como constatación del límite, como límite mismo y como voluntad de superación de todo límite- la escritura es ya desde el principio condena y voluntad de salvación.
La
creencia en la literatura, en la posibilidad de la escritura- nos
hace siempre sospechosos. Siempre hay un fondo que llenar, una herida
que sanar, pero en esta herida siempre hay culpa- se sospecha que
también la escritura es una muleta, una herramienta postiza,
algo que oculta una falta cuya razón está en otro lugar; por eso la
escritura antigua griega, carente de esta sospecha, ingenua y natural
como la luz del día, no ha roto sus lazos con la oralidad, con la
experiencia de lo público. La experiencia opuesta, la del
oficinista escribiente- Kafka, Stevens, Pessoa- es siempre una
experiencia solipsista, que convierte el efecto negativo de esa falta
de cohesión y realidad social en arte- sublimación moderna, de cuya
culpa estaba desprovisto el arte griego.
Hugo
Ball, la descarnada confesión del espíritu vacilante que no cesa,
que no sabe cesar y posarse sobre su objeto. ''No puedo encontrar
equilibrio alguno entre el socialismo y el arte. ¿Dónde está el
camino que une el sueño con la realidad y, además, el sueño más
remoto con la realidad más banal? ¿Donde está el camino hacia una
creatividad social de este arte en particular, una aplicación de sus
principios que no sea más que un arte fabril? Mis estudios políticos
y mis estudios artísticos parecen contradecirse entre sí y, sin
embargo, no hago más que esforzarme el puente que los una”. Hugo
Ball nunca pudo construir ese puente. Quizá Eisenstein intentó algo
parecido. Su proyecto inacabado era una fusión entre Joyce y Marx.
Pero de todos estos puentes hoy tenemos tan solo esbozos, restos,
sueños resignados.
Producir
el arte desde el lugar en el que el arte está ausente. Todo
un reto.
Poe,
Styron, Lowry, Blake, Baudelaire- la iluminación no es sino
un método de trabajo, un algoritmo por el que se puede tomar parte,
de la misma manera que podría abandonarse para tomar parte por otro.
Cuando Styron o Lowry sacan su botella del armario y se ponen a
escribir, hacen lo mismo- consciente o inconscientemente- que el
científico cuando se coloca los guantes y enumera los tubos de
ensayo sobre su mesa, a saber- ordenar su instrumental, con el que
esperan obtener resultados interesantes. La mística es un ejercicio,
como en los santos o los iluminados; para el escritor, apropiarse de
las iluminaciones, los estados alterados de conciencia o las visiones
especiales, puede constituir un programa de trabajo para su
escritura, como para el químico pueda serlo la fusión de este ácido
con aquel otro.
Una
obra literaria que fuera como un paisaje. Desde el tren, sobre todo
cuando atravesamos grandes distancias -y exceptuando aquellos grandes
países en los que todo es desierto o todo es bosque- los paisajes
ofrecen la variedad propia de todo lo existente; cuanto más lejos
viajamos, más diverso es también el paisaje; largas cadenas de
montañas durante unas horas, luego un pequeño bosque, una meseta
sin árboles, un desierto...visto de manera global, el paisaje del
mundo entero es lo más opuesto a una obra de arte; no hay en él un
cinturón que lo sujete, un patrón al que deba someterse cada
fragmento del paisaje. Es en esto lo opuesto a la obra de arte
clásica, en la que cada miembro era preso de un orden superior; una
obra literaria que fuera como una obra llena de paisajes- auténticos-
disolvería este orden, nos entregaría al mismo tiempo una gran
cadena de montañas nevadas seguida por grandes, lejanas carreteras
sin un solo árbol, sin una sola indicación que nos pudiera guiar en
medio del camino. Y luego, quizá, un viejo motel de carretera nos
diera la bienvenida a un nuevo lugar en el que- ahora sí- de pronto
surgiera lo humano, lo vivo, lo amable...y entonces aquel desierto
habría desaparecido para siempre de nuestros ojos y nuestra memoria.
El
artista es un formador, un manipulador de la materia; el artista como
político -Lenin- tiene como masa el material humano; de la misma
manera que el artista ha de matar en la materia que trabaja las
formas que no son bellas, al pulir y elevar a figura lo amorfo por
principio, así el artista qua político trabaja la forma
humana y con ella mutila, asesina, mata, las fuerzas que se oponen a
la forma. El asesinato político y las vilezas de los revolucionarios
no son una amarga excepción, sino que forman parte de las lógicas
del hombre prometeico.
La
obsesión por el “sistema” atacó incluso a Leopardi. Lo que
demuestra que el sistema no es el reflejo de una realidad que exhibe
una forma sistemática, sino una proyección de la volición del
autor por construir un edificio en el que la razón se complazca.
Schönberg
- y su ideal del “artesano”. Una labor cotidiana nos salva
de la tiranía de las iluminaciones poéticas. El artesano ya sabe lo
que va a encontrarse el día siguiente. El genio depende de los
caprichos de los dioses.
Detrás
del que afirma con la seguridad de una lápida, se genera un profundo
estruendo. "El discurso largo
y detallado es banal; el lapidario, irresponsable. Es difícil
encontrar el justo medio donde anidarse", dice Canetti.
Detrás de esta
aparente, ligera reflexión, se halla un dilema tremendo, profundo:
la elección del discurso. Una elección que ha de realizar el
escribiente, pero que depende de su mundo, de su esfera de cosas, de
símbolos, de coyunturas, de oportunidades. El fragmento fue el
discurso del XIX, lo mismo que el ensayo lo fue del XVIII. No es
cuestión sin importancia. Quizá el siglo XXI no haya encontrado
todavía su 'género'- eso significaría que no ha encontrado todavía
el universo simbólico en el que reproducir su experiencia de la
realidad.
Todo
arte tiene su origen en la frustración del artista por dominar un
arte anterior que le ha sido negado.
La
desesperación del artista proviene del conocimiento de su obra- el
sacrificio de la verdad para lograr la forma y la mutilación de la
diversidad para lograr la obra-.
Axioma
universal para la escuela de los artistas: la rebeldía es la madre
de la belleza.
El
peligro de las palabras reside en que pueden servir para hacer
parecer algo ingrato como divino y para rebajar lo sagrado a lo
meramente humano.
Que
las operaciones de la inteligencia teórica han sido históricamente
operaciones artísticas, trabajadoras de la forma, lo testimonia no
solo la filosofía idealista de Platón, sino también los esfuerzos
invertidos a través de los siglos por los astrónomos en conservar
un movimiento especial para los astros, una perfección matemática
de los cielos. Este esfuerzo logra su síntesis en Kepler, para quien
la relación entre las órbitas de los planetas describía
proporciones relativas a los sólidos geométricos. No es puro
capricho; la inteligencia siempre ha poseído un carácter artístico
que incluso en su aplicación más árida, las matemáticas o la
ciencia, ha exigido su lugar, su espacio- habitualmente, el trono del
sistema-. Pero la forma ha sido derrotada por la historia. Los cielos
de hoy en día hubieran supuesto una aberración insoportable para
Aristóteles. La forma ha desaparecido en el ápeiron obsceno
de un universo sin final. La generación y corrupción de las
estrellas hubiera arruinado los estándares estéticos y metafísicos
de los antiguos griegos. Ya no hay forma en el universo que lo salve
de su Abgrund- los astrónomos han desterrado a los poetas de
la República matemática Ideal.
De
la obsesión estéril extraer el fruto vigoroso- una tarea tan
difícil como enloquecedora, pero que plantea si otras tareas menores
podrían tener sentido comparada con aquella- solo merece la
pena intentar....lo que es tan grande como imposible.
miércoles, 19 de agosto de 2015
teoría estética (fragmento)
El
conatus de Spinoza. Frente a él, los discursos sobre el apocalipsis y las celebraciones orgiásticas de lo daemónico son
meros velos, apariencias ilegítimas. Después del instante de
catarsis, después de la furia de lo que destruye todo, el cuerpo
permanece sobre la tierra, aunque se trate de una tierra baldía o un
desierto. Los sobrevivientes, quizá apariencias o sombras, habitan
sin embargo como dioses caídos estos planetas sin redención, estos
paisajes inhumanos. Todo apocalipsis, como cumbre que es, tiene su
posterior descenso, su suavización a manos del tiempo del que
ninguna barbarie que se precie escapa. Auschwitz o el final de los
relatos no modifican esta circunstancia; quien muere es el sujeto
heroico de la metafísica, pero no el trabajador que no obstante ha
de continuar con su vida mutilada; quien muere es el ideal humano, no
la carne humana sufriente cuyo conatus le obliga a buscar
hábitat incluso en las montañas más inalcanzables. Como en el
relato del Infierno dantesco, estas sombras de aquí abajo perseveran
en su propia subsistencia; en ella se incluyen gestas, sufrimientos y
goces tan variados como en la forma más alta de vida que presupone
el discurso filosófico. Incluso cuando la transformación del
trabajo ha liquidado de alguna manera el sentido mismo del trabajo o
su necesidad implícita, se ha de seguir alimentando el buche y
produciendo hijos, casas, fábricas o conferencias. Esta obstinación
que vence al más negro Cioran y al más blasfemo Caraco, disuelve de
facto la aparente necesidad de toda trascendencia que rote en torno
al alma humana; a esta le basta la obtención de su pan diario, el
beso del familiar o la amada, el retorno del hijo a su vuelta de la
escuela. Ha muerto el hombre, pero los hombres, las mujeres, los
animales- a pesar de ello- hemos de seguir viviendo.
domingo, 16 de agosto de 2015
Infierno y luz. Alexievich y sus 'Voces de Chernóbil'.
Solo
el pueblo ruso podía convertir un acontecimiento contingente, como
el desastre de la central nuclear de Chernóbil, en occasio
para filosofar, enlazando la aceptación del destino trágico de lo
ruso y la reflexión metafísica sobre la vida y la muerte. Así nos
lo cuenta ese tétrico, luminoso al tiempo testimonio de Svetlana
Alexievich en sus Voces de Chernóbil. Allí el campesino se
revela como filósofo puro, el materialista ateo como místico
repentino. 'Somos metafísicos. No vivimos en la tierra sino en
nuestras quimeras', confiesa un fotógrafo al meditar sobre la
naturaleza bielorrusa.
Como si esos rusos trágicos hubieran leído a
Ceronetti cuando describe el sueño filosófico de su imaginación,
'affacciato a una piccola finestra que da direttamente sul Big
Bang', (aquí el italiano imagina a Heidegger pensando desde su
Hütte en Schwarzbald), también un testigo del
acontecimiento cósmico de Chernóbil observa, a través del techo
destruido del reactor número 4, la noche estrellada, 'una ventana al
infinito', dice alguna de estas voces, tal como Kant de pronto
descubre la potencia del nóumeno a través de su ventana en
Königsberg. Lo que se produce en Chernóbil es un acontecimiento que
lo cambia todo, casi como la llegada de Jesucristo a la tierra supone
para la civilización cristiana un punto cero en el tiempo de la
humanidad. La sólida creencia en el poder de la ciencia y de la
inteligencia sobre la materia se derrumba en pedazos y a través de
ellos aparece lo sublime, lo que desafía nuestras raíces y nuestros
fundamentos.
'Chernóbil es un tema de Dostoievski', dice el
historiador Alexandr Revalski, otro testigo en vivo del
acontecimiento. Bajo la de nuevo sólida, imperturbable máscara de
la ideología, surge Lo Real en su crudeza, que convierte a los
campesinos en filósofos, a los animales en locos peligrosos, a las
setas en extraños bulbos y al bosque rociado por uranio en un
paisaje de Júpiter. La mutación se transforma también en señal de
lo divino, que no se deja suscribir bajo el único adjetivo de lo
bueno y lo grande, sino que también come del abrevadero de lo
oscuro y lo demoníaco. El Diamat se queda pequeño, es
necesario recurrir en todo caso a la mitología clásica y repensar a
Prometeo y
sus poderes desatados. Para estos espectadores de lo imposible,
navegantes enfangados en la Estigia que lleva de la locura a la luz,
y de la luz a la locura, la cadena de implosiones que en el interior
del sistema soviético conducen, a través de la noche, a las puertas
de Prípiat, la incompetencia, la hybris o la visión obtusa
de la política y la ciencia soviéticas son en todo caso fenómenos
de acompañamiento. Lo grande surge en el cielo estrellado al que se
abre el reactor número 4 en la noche maldita, un día antes de la
celebración del 1 de Mayo, orgullo de los trabajadores del mundo y
símbolo de la emancipación racional.
Y es tan grande que pensarlo
solo en relación con lo mundano no es posible. Ni siquiera para el
materialista estricto. El trabajo de Alexievich se subtitula 'crónica
de un futuro'; Prípiat acaba de comenzar su historia; le quedan por
delante 25,000 años de convivencia con el cesio-137. Ante semejante
eternidad, toda nuestra pequeña historia humana no es más que una
mancha, una frase banal en medio de un papiro infinito y vacío. El
búho de Minerva es un niño eterno frente a Pandora, la anciana
inmortal.
miércoles, 15 de abril de 2015
Lemniscata (XXI)
[126,
126]
Limitación
del pensamiento
Argumentar,
razonar, es solo una forma limitada de pensar- y lo que en el
pensamiento no es argumentar o razonar jamás pertenece tan solo
a las operaciones de la imaginación- hay todo un mundo más allá de
la mera argumentación, del razonamiento concreto, en el propio
pensamiento, caracterizado por su potencia intelectual. Como
decía Breton, la lógica es para los limitados. Pero el anhelo del
pensamiento es un deseo de infinitud- de potencia progresivamente
enriquecida, que exige límitaciones cada vez más suavizadas, que
promueve la ruptura como condición de la extensión
indefinida de la inteligencia.
[Pues
lo semejante no busca tan solo lo semejante- la inteligencia no busca
tan solo el objeto intelectual- sino que se esfuerza por captar
aquello que inquieta a las facultades humanas entendidas como un
todo-; y es por eso que la religión y el arte no han sido nunca
objetos indiferentes a los objetivos de la inteligencia, pues su
entendimiento era de hecho objetivo suyo; y es que una inteligencia
cuyo objeto fuera simplemente lo intelectivo por esencia sería
una inteligencia limitada; porque la inteligencia se caracteriza por
repudiar el límite que la expulsa fuera de la esfera de su acción-
y determinar que hay objetos que no pertenecen a sus intereses
significaría precisamente eso: limitar la actividad
totalizante de la inteligencia.]
[169,
169 ]
Paisaje
matinal
Es
la indigencia moral, unida a la indigencia física. Las viejas
montañas solitarias, coronadas por la niebla, alumbran apenas las
calles desnudas, los porches mugrientos que ya no soportan un
invierno más. En un callejón oscuro y sin vida, el antiguo caserón
de los padres, quienes ya sucumben al otoño de la vida sin apenas
darse cuenta de ello. Todo implora aquí al pasado, a lo viejo, a lo
inerte. Otras fuerzas surgen, día tras día, mas no aquí, lejos de
aquí, en otro lugar: la vida, la existencia, la energía, se
desplazan de espacio, emergen en otra esfera temporal.
[208,
208]
Escribir-
no significa imponer la propia sustancia, tanto como hacer evidente,
manifestar, expresar las relaciones que mantenemos con los libros que
leemos- una muestra pública, pues, de cuáles son las amistades que
mantenemos y que nos constituyen.
[327,
327]
Symposium
(S.XX)
Kuchelief-
¿Qué haces, Smirnov? Tenemos
que bajar la mercancía de la grúa.
Smirnov-
Estoy rellenando el barril, camarada.
Kuchelief-
Puedes rellenar todos los barriles que quieras, Smirnov...menos ése.
Smirnov-
¿Y este por qué no? ¿Es que este barril es especial?
Kuchelief-
Más que especial, es un barril maldito. Déjalo e inténtalo con
otro.
Dice
la leyenda que Dimitri Smirnov no pudo llenar jamás ese barril, y
que no se movió de allí hasta que una tormenta glacial lo barrió.
El barril permanece hoy en día en su sitio. Junto a él, se ha
levantado, en honor de Smirnov, una estatua que lo representa. En una
mano tiene el cuenco de petróleo. En otra, el borde de hielo del
barril.
[364,
364]
Lo
que no existe -
es
solo la urdimbre no visible de lo que existe.
[365,
365]
Paisaje
matinal
El
pensamiento que no puede aterrizar. Como un avión en medio de una
tormenta, da vueltas en torno a la pista y ha de elevar de nuevo el
vuelo para esperar el instante adecuado. El instante. Afuera,
revolotean los pájaros. Chillan. Imitan el vuelo incandescente del
pensamiento aún no formado, del pensamiento que no ha cortado
todavía sus lazos con el sueño. Giran. Retornan. Se abre un círculo
en el cielo. El sol. La luz confunde tanto como ilumina.
lunes, 6 de abril de 2015
Lemniscata (XX)
[-1196,
1196]
Solaris
Paisajes
devastados por la globalización- donde cada elemento físico
denuncia la ausencia de lazos, conexiones y sentidos comunes
compartidos por sus habitantes- es ahí donde el neoliberalismo deja
de ser una doctrina económica para convertirse en fundador de modos
de ser vitales, en el organizador de la vida cotidiana y sus
realizaciones, afectos, manifestaciones; es ahí donde el
neoliberalismo se convierte en metafísica. Cientos y cientos
de edificios idénticos, levantados en arrabales y planicies
desoladas, que conspiran para instalar en los espíritus la
congelación de los afectos y de cualquier amenaza de emancipación o
transformación de la dictadura filosófica establecida. Y es ahí,
en la fealdad urbana, en la monstruosa falta de armonía que dominan
nuestras urbes, y que conlleva la mutilación y amputación de la
vida colectiva, que se retrata nuestro nuevo orden; un orden no
producido para los humanos, para sus goces y sus realizaciones
particulares, sino para un órgano común a todos y al tiempo
ordenado para su propio goce: el beneficio especulativo y la
garantización del dominio de ese beneficio sobre todos los seres de
la tierra.
[-1197,
1197]
Ateneo
literario
La
escritura determina la relación inestable entre lo escrito en el
papel y el sujeto que escribe en el papel; en esa tensión el autor
busca encontrarse a sí mismo- pero el anhelo de identidad está
atravesado por las mil lanzas de la dialéctica, de la otredad: solo
puede identificarse en lo otro, pero al precio de sostener esa
identidad en el abismo, en la inquietud, en la inestabilidad: acaso
no existe otro modo de experimentar lo más real y cercano a eso que
llamamos identidad.
[1989,
-1319]
Paisaje
matinal
El
silbido de un insecto. Las grandes alas batientes de la cigüeña y
la prosperidad del maíz. Un sorbo de luz, un instante, el espacio
donde arrancar la tela del ayer y colocar la del porvenir.
[1985,
-1323]
Protheus
school
'Quiero
ser un animal de mil cabezas.'
'Entonces,
querido amigo, tu destino es el Tártaro'.
'Sea
así'.
[1948,
-1360]
Der
Wächter
Hubo
una vez un legislador que no se tomaba sus propias leyes en serio.
Pero eso no era siquiera lo grave; lo que lo convertía en loco, era
que redactaba aquellas leyes para sí mismo, pues nunca consiguió
una audiencia, un pueblo o un auditorio hacia el que dirigirse. Y sin
embargo, en esa su locura era el rey de sus propios sentimientos y
emociones. Por tanto, un rey más real que muchos otros.
[1947,
-1361]
Hundidos
en la marea amorfa de la realidad, las balsas de los pensamientos son
sueños temporales que nos hacen olvidar por un instante la oceanidad
de lo real.
[1946,
-1362]
Lo
que sobra de tu sensación es la presa en la que se ceba lo real.
[1945,
-1363]
¿Quién
podría tener interés en ser un Hölderlin o un Rilke, si puede ser
primero un Ptolomeo o un Salomón?
jueves, 5 de marzo de 2015
Lemniscata (XIX)
[315,
315]
Forma
y razón
Lo
que a partir de Nietzsche descubren los filósofos no es que la razón
ya no sea posible- por el hecho de que ya no sean posibles los
sistemas omnicomprensivos- sino que la forma no es posible en
filosofía, que es como decir que el arte no es posible en
filosofía. Porque lo que liga a los sistemas desde Platón a
Schelling pasando por Spinoza y las construcciones matemáticas de
Eudoxo a Kepler, no es el principio de prioridad de la
racionalidad, tanto como el principio de armonía y belleza como
trasunto último- como prueba ontológica- de la verdad de la
razón expuesta allí. Lo que garantiza la verdad del sistema es la
armonía geométrica del mismo; lo que el sistema puede postular como
criterio último de su verdad es la elaboración armoniosa de los
elementos y su unidad íntima. Lo que otorga la fuerza última al
sistema de Hegel no es la razón auto-desplegada en su alteridad y
desarrollo, sino el principio de unidad artística que impregnaba el
más antiguo programa del idealismo alemán desarrollado por los
jóvenes teólogos de Tübingen.
[318,
318]
La
armonía- es tan solo el sometimiento de las fieras por el látigo
del amo, el apaciguamiento temporal de un fuego hambriento - la
armonía es siempre tan solo la apariencia de armonía.
[1637,
-1637]
¿Será
casualidad que Homero, el padre de los poetas, fuera un hombre ciego?
[290, 290]
[290, 290]
La
singularidad de la existencia solo se capta desde la extrañeza que
nos produce el lenguaje que no hablamos. Solo desde nuestra casa
saben brillar los objetos con el signo transparente de la verdad.
[291, 291]
Estaciones
estelares
Hay
algo de melancolía en la constelación que nos abandona al final de
la estación, como si también en la esfera de los asuntos eternos el
trabajo del devenir produjera sus heridas. Al final del verano se nos
marcha la constelación de Escorpio, y con ella, las horas de calor
intenso, el jolgorio de las fiestas y las noches calurosas en las que
las viejas llenan las calles con su cháchara, y las muchachas y los
muchachos con los juegos de sus primeros amoríos. Con el inicio del
otoño, una melancolía suave nos cubre, al tiempo que la sobriedad
que otorga la retirada del calor atempera nuestro espíritu. Aparecen
otros símbolos, otras coyunturas, se cae una piel y nace otra: en el
cielo desaparece Escorpio y se abre paso, lenta y tímidamente, el
honroso Auriga.
[292,
292]
El
espíritu siempre es incompleto cuando no se comprende producto
genuino de la materia.
[-1169,
1169]
Elogio
de la impureza
La
hibridación- en el reino animal, en los géneros literarios, en el
propio pensamiento- es interesante porque revela el carácter
artificial de toda forma- durante un tiempo los individuos
híbridos o intermedios en la gran cadena del Ser de las ciencias
naturales plantearon el carácter forzoso de las categorías
taxonómicas- y así un empirista como Buffon pudo imaginar una
continuidad entre el ser más desarrollado de la cadena animal y el
animal más simple. De igual modo, las hibridaciones y bifurcaciones
incompletas en los géneros literarios revelan el carácter
artificioso del pensamiento- el filósofo impide que la poesía
colonice su tratado, el ensayista da forma completa a su texto sin
permitir demasiadas incorporaciones ajenas a su tema principal, el
científico destierra de su campo de investigación todo objeto que
haya incorporado previamente a su catálogo de objetos metafísicos,
etc- dominado por la forma; y es así como ese pensamiento tiene
siempre un carácter artístico- el dominio de la forma sobre
la materia que secciona y selecciona el campo de fuerzas de lo real-
mientras que el pensamiento híbrido ( el pensamiento impuro) revela
el trasunto eterno, la materia de fondo que fundamenta toda
pretensión de la forma por conquistar su orgullo y evidencia la
impermeabilidad en último término de la materia frente al acto, de
la red del pensamiento homogéneo frente a sus estribaciones
impostadas. También aquí hay solo individuos- no categorías, que,
como decía Buffon de los métodos artificiales, 'hablan de seres
abstractos que no se parecen en nada al ser real'.
[-1170,
1170]
Elogio
de la aurora
'Aquel
hombre que no cree que cada día contiene una hora más temprana,
sagrada y auroral que la que él ya ha profanado, desespera de la
vida y avanza por un camino descendente y oscuro' (Thoreau). Abominar
de los lunáticos, de los insomnes, de los noctámbulos. Alimentar el
pensamiento auroral en detrimento del pensamiento del crepúsculo.
Poetas de la luz (Goethe) frente a poetas de la oscuridad (Trakl). La
hora de la lucidez y de la alegría es la hora mantinal. La noche-
como decían los viejos- se hizo para dormir.
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