jueves, 5 de marzo de 2015

Lemniscata (XIX)

                                                                   [315, 315]

Forma y razón


Lo que a partir de Nietzsche descubren los filósofos no es que la razón ya no sea posible- por el hecho de que ya no sean posibles los sistemas omnicomprensivos- sino que la forma no es posible en filosofía, que es como decir que el arte no es posible en filosofía. Porque lo que liga a los sistemas desde Platón a Schelling pasando por Spinoza y las construcciones matemáticas de Eudoxo a Kepler, no es el principio de prioridad de la racionalidad, tanto como el principio de armonía y belleza como trasunto último- como prueba ontológica- de la verdad de la razón expuesta allí. Lo que garantiza la verdad del sistema es la armonía geométrica del mismo; lo que el sistema puede postular como criterio último de su verdad es la elaboración armoniosa de los elementos y su unidad íntima. Lo que otorga la fuerza última al sistema de Hegel no es la razón auto-desplegada en su alteridad y desarrollo, sino el principio de unidad artística que impregnaba el más antiguo programa del idealismo alemán desarrollado por los jóvenes teólogos de Tübingen.

                                                                            [318, 318]

La armonía- es tan solo el sometimiento de las fieras por el látigo del amo, el apaciguamiento temporal de un fuego hambriento - la armonía es siempre tan solo la apariencia de armonía. 

                                                                          [1637, -1637]

¿Será casualidad que Homero, el padre de los poetas, fuera un hombre ciego?

                                                                          [290, 290]

La singularidad de la existencia solo se capta desde la extrañeza que nos produce el lenguaje que no hablamos. Solo desde nuestra casa saben brillar los objetos con el signo transparente de la verdad.

[291, 291]

Estaciones estelares

Hay algo de melancolía en la constelación que nos abandona al final de la estación, como si también en la esfera de los asuntos eternos el trabajo del devenir produjera sus heridas. Al final del verano se nos marcha la constelación de Escorpio, y con ella, las horas de calor intenso, el jolgorio de las fiestas y las noches calurosas en las que las viejas llenan las calles con su cháchara, y las muchachas y los muchachos con los juegos de sus primeros amoríos. Con el inicio del otoño, una melancolía suave nos cubre, al tiempo que la sobriedad que otorga la retirada del calor atempera nuestro espíritu. Aparecen otros símbolos, otras coyunturas, se cae una piel y nace otra: en el cielo desaparece Escorpio y se abre paso, lenta y tímidamente, el honroso Auriga.

[292, 292]

El espíritu siempre es incompleto cuando no se comprende producto genuino de la materia.



[-1169, 1169]

Elogio de la impureza

La hibridación- en el reino animal, en los géneros literarios, en el propio pensamiento- es interesante porque revela el carácter artificial de toda forma- durante un tiempo los individuos híbridos o intermedios en la gran cadena del Ser de las ciencias naturales plantearon el carácter forzoso de las categorías taxonómicas- y así un empirista como Buffon pudo imaginar una continuidad entre el ser más desarrollado de la cadena animal y el animal más simple. De igual modo, las hibridaciones y bifurcaciones incompletas en los géneros literarios revelan el carácter artificioso del pensamiento- el filósofo impide que la poesía colonice su tratado, el ensayista da forma completa a su texto sin permitir demasiadas incorporaciones ajenas a su tema principal, el científico destierra de su campo de investigación todo objeto que haya incorporado previamente a su catálogo de objetos metafísicos, etc- dominado por la forma; y es así como ese pensamiento tiene siempre un carácter artístico- el dominio de la forma sobre la materia que secciona y selecciona el campo de fuerzas de lo real- mientras que el pensamiento híbrido ( el pensamiento impuro) revela el trasunto eterno, la materia de fondo que fundamenta toda pretensión de la forma por conquistar su orgullo y evidencia la impermeabilidad en último término de la materia frente al acto, de la red del pensamiento homogéneo frente a sus estribaciones impostadas. También aquí hay solo individuos- no categorías, que, como decía Buffon de los métodos artificiales, 'hablan de seres abstractos que no se parecen en nada al ser real'.

[-1170, 1170]

Elogio de la aurora

'Aquel hombre que no cree que cada día contiene una hora más temprana, sagrada y auroral que la que él ya ha profanado, desespera de la vida y avanza por un camino descendente y oscuro' (Thoreau). Abominar de los lunáticos, de los insomnes, de los noctámbulos. Alimentar el pensamiento auroral en detrimento del pensamiento del crepúsculo. Poetas de la luz (Goethe) frente a poetas de la oscuridad (Trakl). La hora de la lucidez y de la alegría es la hora mantinal. La noche- como decían los viejos- se hizo para dormir.


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