martes, 29 de abril de 2014

Investigaciones ópticas


-'La clarividencia es cosa
de unos pocos
-decía el pastor echado
sobre unas piedras tan duras
como su piel de ébano-

y al mismo tiempo
la más simple,
pues clarividentes son las hormigas
y las avispas que sellan con maestría
sus colmenas hexagonales

-qué métrica de ojos matemáticos
y proporción que no es
sino hondo conocimiento de lo vivo

y sin embargo nosotros
con grandes cerebros
en los que almacenamos pensamientos

hemos de luchar de continuo
para no quedarnos ciegos
y erramos una y otra vez
el tiro de nuestro bastón
al caminar

y juzgamos sin precisión
y acaso sin piedad

como si hubiéramos perdido
u olvidado la medida,

el número,

el patrón que nos liga
a este universo
tan silencioso como incomprensible'.

Se levantó de entre las piedras
y me ofreció una de ellas
como dádiva misericordiosa.

En ella había dibujado
con tiza
un enorme ojo.

Aún la guardo
entre los más amados
de mis talismanes.





sábado, 19 de abril de 2014

Manada


  Se escondía
-como un niño-
de sus enemigos,

debajo del tonel
que guardaba la taberna

mas ya era casi anciano
y de cabello blanco y quebradizo

viven aquí manadas
de estos hombres,
felinos primitivos,
que tienen los oídos tapados
con cera

como si hubieran recibido de Ulises
la orden de no escuchar
las sirenas de este mundo
y permanecer día y noche
atados a sus amuletos antediluvianos

sus rostros africanos pronuncian
viejas palabras enredadas en la materia
de la que está hecha la resina
o esos círculos de ramas que crecen
sin cesar en los espacios de la muerte

-es la edad blanca del camino,
la vía secundaria donde mueren
antiguos y vetustos animales-

una piedra anónima
cuelga de sus cuellos
hasta el punto en el que caen
al suelo

muchos correrán a protegerse
detrás de ti
como vacas asustadas

pero el pastor del tiempo
ya ha azuzado sus muslos
y pronto será la hora fatal

del sacrificio.








jueves, 17 de abril de 2014

Día festivo


La mesa llena de enseres
-un manojo de rosas moribundas,
la bandeja con la mermelada de arándanos
y un montón de papeles que testimonian
la prosa gris de toda vida-

y un silencio que flotaba
en la casa
-era el día de la Buena Muerte-
solo interrumpido por la luz
del exterior

-aquella sustancia ahora
incorporada a tus ojos,
a tus músculos,
a un cuerpo que interpreta
el fluido solar como un símbolo
de lo más alto-

una especie de conmemoración
similar a las ofrendas de los muertos
pues el silencio es en el fondo
lo mismo para unos y otros:

comunión
con lo que no podemos comprender.





martes, 15 de abril de 2014

Procesión


No había allí símbolos
ni un significado oculto
dispuesto a ser desvelado

no como si pudiéramos retirar
un velo a la estatua recién
comprada

o a la piedra sagrada hundida
por milenios en la tierra

Allí donde un hombre solitario
golpea el suelo con su vara
o donde un perro abandonado
busca un rincón donde orinar

no hay mucho secreto,

tampoco aquí donde yo vivo
y donde envuelvo el papel de mis cigarros
como un paquete destinado a una isla remota

o cuando uno sale a la calle
y atraviesa el carro con olor a cera
de una virgen cargada sobre hombros
de gente muy antigua
que huele a viejos arcones
y a viejas primaveras

acaso esta flor naciente
sobre raíces húmedas
no sea entonces sino el único
símbolo disponible:

una ofrenda
a los muertos
que no acaban de morir.




lunes, 14 de abril de 2014

Hurdes


 Cómo había sido atravesado
ese rostro por el trigo
-no lo sé, tampoco sé de donde
salían aquellos rostros de caoba
como tallados en algún rincón
del África profunda-

pero lo cierto es que allí
la piedra y el sol inmisericorde
habían hecho un duro trabajo

y aquel joven parecía un minero
anciano o un hombre extraviado
durante años en el desierto

ahora traía con él no solo
el duro ardor de los días
y el cansancio de los párpados

sino también el fruto
de un conocimiento negro
y abrasado

que rodeaba unos ojos azules
-lagos perdidos
y cubiertos por un lenguaje
que ni tú ni yo podríamos comprender

como chispas espontáneas
sobre un arbusto
que solo tienen su explicación
en el milagro.



domingo, 13 de abril de 2014

Meditación del novio


En sus manos un ramo
de rosas ya casi negras,
marchitas,

aunque todavía brilla el sol
y quema los rostros negros
a través de los campos y las ensenadas,

a través de la ebriedad primaveral
en la que se hunde la vida campesina.

La pregunta es inevitable.

Solo dura un segundo la calma
que no hiere.

Lo demás es transitar el duro,
cruel y mezquino
colmenar de piedras.

Al regresar a su oscura morada,
una avispa se posa sobre su brazo.
Un círculo morado crece
en él con rapidez.

Antes de que pueda darse cuenta,
las rosas ya se han desprendido
de su mano.



jueves, 3 de abril de 2014

Confusión


 'El cometa Halley
-decía el viejo,
lleno de alegría
en su corazón-

he visto el cometa'-

su mujer
-también mayor-
lo tomaba del brazo
como a un niño caprichoso
y señalaba con la mano
el sanatorio

-disculpe-
me dijo,
como si aquel astrónomo
me hubiera molestado
o injuriado

luego supe que era
un campesino retirado
sin estudios

mas en sus ojos
brillaban las estrellas
con más intensidad
que en el cielo

detrás del páramo
-sobre las ramas podridas
por la lluvia-

unos niños intentaban
hacer volar una cometa.

Un logo amarillo
destacaba sobre el aparato.

La casa fabricante
habría de tomar el nombre
de aquel glorioso científico.