lunes, 23 de junio de 2014

Lemniscata (X)


[282, 282]

Achtung- Cada vez que un filósofo decide hacer política, una llama se enciende en el faro de Siracusa.


[303, 303]

Lugares hermanos, donde sus habitantes son también nuestros hermanos- la cueva, el hospicio, la montaña, el bosque, el desierto, las simas, los barrancos, los pueblos desolados.

[317, 317]

Thesis universalis- Es cuestión de tiempo que la fiera devore al amo que llevó a cabo su crianza.

[417, 417]

Geometría histórica- La línea de la existencia meramente temporal pocas veces resulta paralela a la línea del devenir universal. Solo en ocasiones revolucionarias- picos donde la singularidad de un grupo, un individuo concreto, una clase, etc, son paralelas a lo que exige o debería exigir el propio devenir universal a fin de comprenderse a sí mismo. Se trata de momentos como la Grecia de Pericles, la Revolución Francesa o la Revolución Rusa, los mejores instantes del Renacimiento. Pero esos momentos en los que a decir de Hegel la idea y lo real son una y la misma cosa, se configuran como excepciones históricas- aquella línea de la existencia temporal comienza su vuelo rotacional ya lejos de la línea del devenir universal, trazando una elipsis cada vez más amplia, una tangente cada vez más alejada del devenir universal. Quien plantea allí las exigencias que corresponden solo a una feliz coincidencia temporal entre las dos líneas, está simplemente perdido: no se ha dado cuenta de lo lejos que se hallan sus preguntas de la existencia temporal, real, en la que vive- de la distancia entre la órbita en la que se halla y la órbita en la que sus preguntas tienen la respuesta que en vano busca con pasión.

[549, 549]

Horror vacui: hoy en día, más que horror a la nada, nos horroriza la idea del ser.

                                                                           [90, 90]

A Von Hórvath lo mató una rama cuando paseaba de camino hacia su casa. Tycho Brahe murió atragantado mientras se daba un festín. Cualquier acontecimiento sin relevancia puede llevarnos a la tumba: la picadura de este insecto, el ataque de un ácido en el riñón, la falta de oxígeno repentina en el cerebro. Y en función de la importancia de estas posibles causas de mortalidad, puedes evaluar proporcionalmente la importancia de la vida que te quitan.

[2146, -1162]

De la nulidad del vivir sólo se pueden extraer limosnas cognoscitivas.

[1471, -1471]
Todos nuestros apocalipsis han sido hasta ahora metafóricos. Con el primero- la muerte de la ciudad-estado helénica- se perdió el hombre político. Con el segundo- las profecías de Nietzsche- se perdió el hombre moral. Mas solo el último- el que nos espera una vez el sol deje de emitir su energía-, el apocalipsis cósmico, el verdadero apocalipsis, será como tal un fin. El verdadero Apocalipsis – el del hombre cósmico- no es metafórico: es literal.
[1253, -1253]

La destrucción de todo centro es el logro más ingenioso de nuestra época.




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